INGREDIENTES:
6 huevos (de los que empleamos 6 yemas y 4 claras)
- 400 g de queso-crema Mascarpone
- 150 g de azúcar (100 g para las yemas y 50 g para las claras)
- 300 g de bizcochos de soletilla
- 4 cucharadas de Amaretto o el licor que nos guste
- 100 g de cacao puro en polvo
- 1 pellizco de sal para montar las claras
- PREPARACIÓN CREMA DE SABAYÓN:
- Calentamos agua en una cazuela grande, debe estar caliente pero sin llegar a hervir. Mientras se calienta el agua vamos separando las yemas de las claras y apartamos en una taza. Los huevos deben ser frescos y hay que manipularlos a temperatura ambiente.
- Mezclamos el azúcar con las yemas. Empezamos batiendo en el cuenco fuera del agua y cuando comience a espumear introducimos el cuenco en la cazuela con el agua caliente. Una vez dentro batimos con unas varillas manualmente o con las de la batidora hasta que doblen de tamaño. Vamos añadiendo poco a poco las cuatro cucharadas de amaretto y mezclando de manera envolvente hasta que estén incorporadas a la crema.
- Después de mezclar todo sacamos del baño maría y seguimos en frío hasta que nos quede una crema esponjosa y compacta. Reservamos para el montaje del Tiramisú.
- PREPARACIÓN TIRAMISÚ:
- Batimos el queso hasta que quede cremoso (lo mejor es batirlo a temperatura ambiente) y mezclamos con la crema sabayón. Mezcladlo suavemente sin que se baje la crema, queremos conseguir es una crema esponjosa.
- Montamos las claras a punto de nieve. Para ello introducimos las claras a temperatura ambiente en un bol en el que no haya ningún resto de grasa o no subirán. Les añadimos un pellizco de sal y empezamos a batir. Mientras batimos vamos añadiendo el azúcar. Batimos hasta que las claras suban y queden firmes.
Añadimos las claras montadas a la crema anterior, mezclamos de manera envolvente y con cuidado hasta que quede todo integrado. Y ya tenemos lo más importante: la crema base del Tiramisú.
Ponemos una cafetera café, y una vez preparado lo dejamos enfriar. Cuando este frío impregnamos levemente las soletillas con el café, tampoco tienen que soltar mucho líquido.
Ponemos una capa de soletillas y otra de crema, así dos o tres veces y acabamos con crema.
El último paso es el del toque del cacao, imprescindible que sea cacao puro pues este ingrediente es el que da ese contraste tan importante en este postre. Lo espolvoreamos sobre el postre con un colador para que no queden grumos. Es aconsejable dejar este proceso hasta la hora en la que se vaya a comer.
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